15.02.2020
Brexit (VI): Irlanda del Norte, el Patito Feo o mejor dicho, “the
elephant in the room”
Pobre Irlanda del Norte, tan lejos de
Dios y bajo el dominio de UK. Bueno, es relativo. Me estoy metiendo en camisa
de once varas. No sé para qué me meto en este tema. Diga lo que diga, escriba
lo que escriba, siempre estaré equivocado. Por eso, veo a Irlanda del Norte
como el patito feo. No soy el único. Nadie quiere hablar de él. Nadie quiere saber
de él.
En Inglaterra, hay una mejor frase: “The
Elephant in the Room”.
Es que Irlanda del Norte es un tema
complejo. En verdad que no es para principiantes. Al mismo tiempo, como
siempre, la complejidad puede resumirse y asimilarse para transmitirlo a los
demás de una forma que no sea complicada. Bueno, solicito paciencia y especialmente
comprensión. Por más que Irlanda del Norte sea un tema complejo, podemos abstraer
dos conceptos básicos: soy católico y republicano (me quiero unir a la
República de Irlanda o RI), o soy protestante y “unionista” (We want to remain
British).
Ahem, rápido cambio de tema. La semana
pasada hubieron elecciones en Irlanda. Han sido como dicen en Inglaterra “a
shock to the system”. Esas elecciones van a tener consecuencias geopolíticas.
No quiero escribir de ellas aún, pero presagian eventos previstos en este blog.
El desmembramiento del Reino no tan Unido. Se relacionan con el “patito feo”.
Volviendo a cambiar de tema, han habido
muchos hechos al mismo tiempo. Me ha costado bastante elegir un tema para
escribir entre tantos. Es francamente frustrante. Como se podrá ver, el hilo que
sigue no es precisamente racional. Lo lamento.
He tenido al menos 10 temas sobre los
cuales escribir artículos profundos, pero me ha costado trabajo elegir. Es horroroso.
Supongo que pago el precio de ser principiante. En verdad, es que tantos temas
apabullan. Es más, aturden. El aturdimiento es tal que uno tiene 15 pestañas abiertas
en el ordenador como fuentes de información, que la pobre máquina ya no sabe
qué hacer. Ya encontraré la forma.
Por ejemplo, el Lunes (03.02.20) de la
semana anterior sucedieron 2 hechos muy relevantes que no tuvieron cobertura
adecuada (hay que decir que ese día estuvo dominado por las conferencias de
Boris Johnson y Michel Barnier respectivamente). Por un lado, el Ministerio de
Exterior de UK diktó (sí, con K) a sus subalternos el vocabulario aceptable y no aceptable
en su conducta: es decir, “prohibido mencionar la palabra Brexit” (se puede ver
que la mano que mece la cuna es el sociópata Dominic Cummings intentando crear
su “Ministerio de la Verdad”). Por otro, 10 Downing Street (residencia oficial
del Primer Ministro) segmentó a periodistas entre invitados y no invitados (es
decir, no deseables), los puso de uno y otro lado de un tapete (literal, no es
broma) en función de si los quería presentes o no y luego procedió a correrlos.
En respuesta, los periodistas “invitados” decidieron salir y abandonar la
conferencia en solidaridad con sus compañeros. El sociópata Cummings haciendo
de las suyas, y de forma Orwelliana continuando con el concepto del “Ministerio
de la Verdad”. Para algunos parecerá exagerado, pero la verdad es para
alarmarse.
En verdad que con esos 2 temas podría
haber escrito hasta el cansancio. Denotan el autoritarismo despótico y tiránico
de este gobierno. Pero bueno, nos aturden y por tanto no escribimos.
Esa misma semana pude haber escrito
sobre un tema más árido pero más relevante: artículo 207 vs artículo 217 del Tratado
sobre el funcionamiento de la Unión Europea (TFEU). Si acaso existe un tema
relevante al momento es ese. Es un tema que ni la prensa especializada
Británica menciona, y en una de estas ni lo comprenden. Es un tema que se
discute entre especialistas. Es ultra relevante. Para ponerlo en términos
llanos, es la diferencia entre un camino fácil y uno difícil para la aprobación
de un tratado entre UK y EU. No me voy a meter al detalle ahora, pero esencialmente,
la discusión se refiere a la vía legal que tomará la EU en su negociación con
UK. El fondo es la amplitud del acuerdo, y por tanto quién debe aprobarlo. Para
no hacer el cuento largo, el Parlamento Europeo esta semana votó una moción en
la cuál básicamente condiciona su aprobación a un tratado futuro a que UK se
someta a las regulaciones Europeas.
En otras palabras, “Houston, we have a problem”.
Si la Comisión Europea se va por el
art. 207 o el 217, va a definir muchísimo. No puedo subrayarlo lo suficiente.
En fin, ese es un artículo que debo escribir. Ahí mi frustración.
Pude haber escrito sobre la pesca. Sí,
la pesca. Si existe un tema que puede reventar las negociaciones futuras entre
UK y EU es la pesca. Es un tema curioso. No me voy a adentrar en ello. Otra
frustración.
Pude haber escrito sobre la potencial
crisis constitucional en UK debido a que los 3 parlamentos (Escocia, Gales, e
Irlanda del Norte), votaron en contra del famoso WAB (acuerdo de divorcio con
EU). Ese tema también requiere otro artículo en sí mismo. De hecho, consulté a
un constitucionalista Británico al respecto, y da mucho de qué hablar. Pero, de
nuevo, la frustración del aturdimiento.
Continuando con mis frustraciones de
cincuentero, el Domingo, Micheal Gove, quién en la práctica es el “Deputy Prime
Minister” (Es un individuo despreciable, en verdad. De ese hay libros para
escribir) declaró que UK impondrá tarifas y revisiones aduanales en sus
fronteras, es decir Dover. En sí mismo, dicha declaración es una contradicción
de lo que él mismo declaró como líder de la facción “Leave” en el referéndum de
2016. Si existe tema a debatir, este. Es risible. Si yo soy un negociador de la EU, lo primero que investigaría es si UK comenzó a construir la infraestructura requerida. Debido a que no lo han hecho, y no está previsto hacerlo, dicha declaración equivale a palabras al aire. Traducción, Micheal Gove está lleno de mierda. Pero, pues otra frustración. Ya
escribiré.
Bueno, se me termina el espacio. Mi
última frustración, y de esa escribiré pronto, Jueves 13.02.20, es el
significado de la renuncia del Ministro de Finanzas Sajid Javid, pero más
concretamente, y es lo que solamente los constitucionalistas observan, el
nombramiento de una mujer llamada Suella Braverman (antes Fernandes). Esta mujer,
bajita la mano es la mayor amenaza a la democracia Británica.
En fin, termino. Lo logré. No escribí
sobre Irlanda del Norte, “El Patito Feo”, o mejor dicho, “The Elephant in the
Room”. Pero, lamentablemente, mi frustración mayor, es no haber escrito sobre la bomba de tiempo detrás del "protocolo de Irlanda del Norte" en el acuerdo de divorcio. Vaya que es una bomba de tiempo. Los mercados no lo descuentan aún. Aquí viene un conflicto fuerte. Es un asunto legal y trasciende fronteras. UK bien podría estar violando un acuerdo internacional. Será la próxima vez.
German Hitz
Economista ITAM, MBA LBS
@Herman_a_German
15.02.2020