17.01.2020
Brexit (IV): Britain Unchained. Alarm Bells.
Después fueron por los grupos
pro-ambientalistas GreenPeace y Extinction Rebellion (el Ministerio de Interior los
declaró como grupos extremistas, en conjunto con grupos de extrema derecha y
extremistas islámicos) y nadie hizo nada Terroristas. Ahora resulta que mi hija de 11 años corre el riesgo de ser perseguida
por la policía antiterrorista, todo por ser una personita que protesta por el
cambio climático (además vive en la ciudad de los espías, donde está GCHQ, pero
esa es otra historia).
¿Quién sigue, los inmigrantes Europeos,
los Judíos, los Musulmanes, o quizá los LGBT? ¿quién hará algo? Nadie.
Después de ellos, ¿por quien irán? ¿por el
ciudadano de a pié? Qué hacer, ya no habrá nadie.
Lo anterior, es una adaptación a un
poema muy famoso que describió la Alemania de los Nazis. Me es triste decirlo,
y más describirlo. Habrá quién diga que exagero, pero francamente prefiero
exagerar a ser acusado de no haber hecho nada.
Sí, UK está sometido a un ataque
fascista moderno de la ultraderecha, y su población está caminando como
sonámbulos hacia una tiranía despótica, exactamente lo que paso en 1930 en Alemania.
Los medios de comunicación, en vez de ayudar han exacerbado esta situación. No
nos engañemos. Esa es la realidad. Si no me creen, nos esperamos a ver que
sucede durante los próximos 12 meses.
Existe evidencia al respecto.
Simplemente el WAB ver aquí, lo explica: Henry VIII Powers y la revisión judicial. Si existe duda,
solamente hace falta ver las objeciones en la cámara de los Lords hacia el WAB.
Esas objeciones son de todos los partidos, no solo los anti Tories.
Desde su aplastante victoria electoral,
Boris Johnson y su pandilla están buscando limar asperezas con el 48% de la
población que está en contra de su Brexit (de hecho, hoy son más, pero eso ya
es historia y no vale la pena discutir sobre ello). Es muy difícil ver la forma
en la que lo logrará. Su discurso es divisivo y agresivo hacia ese 48%.
Theresa
May intentó lo mismo, y de la misma forma se equivocó. Dividió aún más a la
población. Johnson está haciendo lo mismo. En vez de conciliar al buscar atraer
al 48% con políticas y mensajes dirigidos, continúa escupiendo idioteces que
solamente están pensadas para que su manada (el 52%) siga contenta. No sé la
razón por la cuál me recuerda a AMLO. Llevo poco en México, y comienzo a formar
mi opinión. En fin esa es harina de otro costal.
Theresa May tuvo la oportunidad de
eliminar el movimiento Remain en Octubre de 2016. Solamente debía darles una
hoja de paz. En cambio llamó al 48% de la población, que es liberal e
internacionalista “Citizens of the world, citizens of nowhere”. Sabía muy bien
lo que hacía. Giró a los Tories a la ultraderecha. Le habló al voto duro de ese
infame 52%. Desde entonces, el discurso no ha cambiado. Theresa May se
convirtió en artífice de transformar Brexit en una religión y Boris
Johnson solamente se dedicó a alimentar el fuego. El fanatismo nacionalista por
excelencia. Qué peligro. Campo fértil para el fascismo de Nigel Farage.
Felicidades Mrs. May.
A nadie le gusta vivir en una sociedad
dividida y polarizada. Pero he aquí la ingenuidad de May y de Johnson (no es
ingenuidad, sospecho, es más el fascismo moderno y suave): el costo de la
reconciliación social implica una oferta política. ¿la hicieron? NO.
Queda claro. A palabras necias oídos de
sordos. El 52% gana todo. El 48% pierde todo. ¿cómo reconciliar? Evidentemente
exigen una rendición incondicional por parte del 48%.
La respuesta debe ser un rotundo NO.
Los liberales internacionalistas no pueden comprometer lo que les queda, y lo que les queda es lo más valioso en la democracia: sus valores. Si los Brexits quieren sonar las campanas de Big Ben el 31 de Enero, que lo hagan (eso es un debate irrisorio en UK aquí).
Los liberales internacionalistas no pueden comprometer lo que les queda, y lo que les queda es lo más valioso en la democracia: sus valores. Si los Brexits quieren sonar las campanas de Big Ben el 31 de Enero, que lo hagan (eso es un debate irrisorio en UK aquí).
Estos cretinos le exigieron a la
Iglesia Anglicana que retumbara las campanas de las iglesias a las 11 P.M. del
31 de Enero para celebrar su “independencia”. La respuesta: NO. No vamos a
antagonizar a la otra mitad de la población. Vaya, yo un liberal descendiente
de Benito Juárez, alabando una Iglesia, se requiere. ¡Bravo!
La sociedad Británica está rota,
quebrada, dividida por la mitad. No importa como se quiera segmentar y analizar.
La fractura es muy grave, y lamentablemente tomarán varias generaciones en
sanar las heridas. Eso sin mencionar el riesgo de desmembramiento de su unión
política.
Son días negros, muy negros para una de
las sociedades occidentales más liberales. Sufren un ataque de fascismo suave y
moderno, y los han infiltrado por dos frentes: la ultraderecha de US, y
Vladimir Putin.
German Hitz
Economista ITAM, MBA LBS
@Herman_a_German
17.01.2020