El Mercado Interno de la Unión Europea

 

30.01.2020

El Mercado Interno de la Unión Europea

Este es un tema que se debe tratar a detalle. Lamentablemente, una columna tan corta no me permite explayarme como me gustaría, así que intentaré tratar el tópico de la forma más sencilla y resumida que me sea posible, aceptando que tendré que escribir una o dos entregas adicionales sobre el tema. En verdad que me llevará más de un artículo. De hecho, de este tema, mínimo sale un libro. Ofrezco disculpas de antemano, es un tema árido y aburrido, pero ni hablar.

El mercado interno o Single Market (SM) en conjunto con la unión aduanera (Customs Union o CU) son la columna vertebral de los argumentos pro y anti Brexit. Comprender los dos conceptos, indirectamente, son las mejores herramientas para evidenciar la falacia ideológica de dicho movimiento. Pero también sirve para entender lo que viene en los próximos meses y años.

El SM es un proyecto, mejor dicho, un proceso que aún no termina y que continuará evolucionando en el tiempo. Es el proyecto económico más grande que la humanidad haya imaginado. Tiene como fin destrabar barreras económicas y comerciales, no solamente tarifas, sino regulaciones. En realidad, por donde se quiera ver, después de 30 años el SM aún está en pañales. Aún así es el mercado interno más completo, más profundo, más desarrollado y más grande que existe en el mundo. La ironía más grande de todas, es que una mujer Británica tuvo una visión sobre el SM que impulsó hasta lo que tenemos hoy: ni menos que Margaret Thatcher.

En fin, una rápida y simplificada descripción del SM. Prometo meterme a mayor detalle técnico en entregas futuras.

Hoy, si yo soy productor de quesos en Irlanda, puedo venderlos en Dinamarca o Grecia como si los hubiese fabricado en esos países y nadie me puede cuestionar, con tal que cumpla con las reglas básicas Europeas (laborales, salubres, ambientales, etc.). Para efectos prácticos, eso es el mercado único o Single Market (SM). No existen barreras.

Mis quesos serán transportados en un trailer que cruzará Europa del Norte o hasta el Sur, pero vamos a quedarnos con Dinamarca. Primero irán por barco a un puerto cerca de Liverpool, luego por autotransporte llegarán a Folkestone, por túnel cruzarán a Calais, y después de cruzar el Norte de Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, unas 21 horas más tarde llegarán a Dinamarca, para entregarlos al comprador final. En ningún momento de este trayecto el transporte fue interrumpido para revisiones o trámites aduanales. Eso es la unión aduanera o CU. Asimismo, el CU tiene aranceles comunes para terceros países, independientemente donde entren las importaciones. Una vez que se pasa la aduana, el producto importado es parte del SM.

Son las dos condiciones para un comercio internacional sin fricciones hacia adentro del SM+CU (Noruega o Suiza están dentro de SM, pero en otro régimen, escribiré de ello en el futuro). Las mismas reglas de mercado y ningún arancel.

Son los gemelos. SM+CU. Las reglas son emitidas por el Parlamento Europeo, vigiladas por la Comisión Europea y aceptadas por los 28 miembros. El organismo encargado de las disputas (en caso de existir) es el Tribunal de Justicia Europeo (ECJ). Reglas claras para todos los agentes económicos.

Lo anterior describe un principio básico que nunca es bien comunicado: La EU representa el “outsourcing” de algunos aspectos de la soberanía de los 28 miembros. En este caso, es la política comercial, y por ende los estados miembros supeditan sus leyes y regulaciones sobre el tema a la jurisdicción del ECJ. Por lo mismo, ningún estado miembro puede negociar tratados comerciales con terceros países. Esa es competencia de la EU. (Hay una anécdota muy buena en la que Merkel le tuvo que explicar más de 10 veces a Trump la razón por la cual Alemania no podía hacer un tratado comercial con US, jaja)

Bueno, lo escrito anteriormente únicamente describe uno de los 4 pilares del SM, es decir el libre movimiento de bienes y de una forma simplificada. El mercado interno (SM) depende y se basa en principios fundamentales sobre el libre movimiento de 4 factores: trabajo (i.e. personas), bienes, servicios y capital. Aquí es donde surge Brexit. El libre movimiento de personas.

En cambio, si un producto Chino llega a Europa (digamos a Rotterdam), primero debe pasar aduanas, pagar aranceles, pasar revisiones para saber si cumple con los estándares regulatorios Europeos, cumplir con el papeleo y trámites, pagar IVA, antes de poder proceder a Dinamarca o Grecia, según sea el caso. Un dolor de cabeza. Burocracia y fricción. Eso sí, una vez sobrepasados dichos requerimientos, el producto Chino está legalmente en el SM.

Bueno, vamos a complicarlo un poco para poner en contexto lo que quiere decir Brexit y su impacto en las cadenas de suministro y de valor. En vez de queso, pensemos en un BMW Mini que se ensambla en Inglaterra, y se vende en España. Hasta ahora muy bien. El auto será exportado de UK a España de la misma forma que si se vendiera en, digamos, Oxford.

El caso es que si desensamblamos ese Mini, resulta que tiene alrededor de 4,000 componentes. La mayoría provienen de los otros 27 países de EU. Esos componentes cruzan el canal de ida y vuelta varias veces, sin fricciones y sin contratiempos. Todo para satisfacer una cadena de suministro y un modelo de producción llamado Just In Time (JIT). En otras palabras, se dice que el Mini cruza el canal 4 y hasta 5 veces antes de poder ser ensamblado. Si, por ejemplo, el volante fabricado en Francia no llega a tiempo, la línea de producción se detiene. Eso implica costos. Métele barreras no arancelarias, y  sin duda ese volante Francés llegará tarde. La cadena de suministro se rompe. Y si se rompe, se transporta a otro país. En breve, eso es la implicación de Brexit.

Bueno, ya me extendí demasiado. Ofrezco disculpas. El objetivo era mostrar lo que quiere decir el SM+CU. Es diametralmente opuesto a un tratado de libre comercio (FTA). UK quiere salirse de SM+CU y buscar un FTA. Es de locos. Son fricciones innecesarias al comercio. Es un ataque frontal en contra de la integración económica, y una amenaza tremenda a las cadenas de suministro.

Eso es lo que los zelotes del Brexit pretenden. Y conste que aún no menciono la seguridad o la geopolítica.

German Hitz

Economista ITAM, MBA LBS

@Herman_a_German

germanhitz@yahoo.com

30.01.2020

¡Socialismo! ¡Eres un sucio marxista!

 

¡Socialismo! ¡Eres un sucio marxista!

Hace como 5 años, cuando aún no estaba politizado, comencé a platicar con mi entonces esposa acerca de la justicia social. Francamente era un discurso de sordos. Hasta que en la conversación surgió el término Marxista. Me dio mucha risa, honestamente. Le hice una simple pregunta: todos los que critican a Marx y tildan a los demás de Marxistas nunca han leído a Marx, dime ¿has leído a Marx? Silencio total.

Hace unos 3 años, de vacaciones, en una librería muy conocida en San Francisco que no recuerdo cómo se llama, para mi sorpresa, mi ahora exesposa decidió comprar un libro, de una autora Checa, con el título “Comunismo explicado para los niños” buen libro. Yo, independientemente, me compré un libro con el título “Por qué Marx no estaba equivocado” creo, y no recuerdo el nombre del autor. En mi divorcio, lamentablemente tuve que dejar mis libros en Inglaterra, y por tanto no puedo citarlos, me duele en el alma, pero ni modo.

Vaya comienzo. Marx, comunismo, divorcio, California, todo al mismo tiempo.

Bueno, para continuar. Mi ex no es de izquierda, sino todo lo contrario, pero tampoco es de derecha, sino todo lo contrario. Es decir, es la típica Inglesa; es una veleta. Es de esas Inglesas típicas educadas de clase media. Bueno, eso es lo que dicen, yo digo que son pseudo educados. Si alguien no me cree, sugiero buscar un libro de Ortega y Gasset llamado “La rebelión de las masas”. Vaya forma de definir a la sociedad moderna. Eso hace 100 años.

Yo soy todo lo contrario, ni de aquí ni de allá. Tiendo hacia la izquierda en lo político y lo social, pero tengo un tremendo freno de mano que es mi educación como economista neoliberal. Sí, una contradicción para algunos, pero lógico para otros. Quizá es esa inducción al razonamiento crítico que nos infundió el ITAM.

El caso es que cuando llegamos al departamento donde nos hospedábamos, finalmente ví lo que ella había comprado. Honestamente me sorprendió. Yo en lo personal me sentí alabado pensando que mi esposa planeaba educar a sus 2 hijas con ese texto. Comunismo para niños. Vaya que estaba equivocado.

Antes de encontrar mi error, mis pensamientos se fueron hacia la comprensión que sentí de mi esposa hacia la forma en la que yo quería educar a mis hijas. Yo soy un individuo peculiar por varias razones.

Primero, nací en una sociedad primordialmente católica y posteriormente viví en una sociedad esencialmente cristiana (¡su bandera es una cruz! Saint George!), pero yo no soy cristiano. Segundo, mi herencia por el lado paterno desechó la religión hace 5 generaciones o más. Son alemanes producto de Kant, Hegel, Marx y Nietzsche. Mis antecesores nos hicieron libres pensadores, mejor dicho, agnósticos. Es decir, liberales. Tercero, por mi lado materno desciendo de Benito Juárez. Sí, ese lado liberal Mexicano, que no gusta mucho de lo conservador, y particularmente lo católico.

En fin, el caso es que llegando a nuestro departamento, al ver el libro que había comprado mi entonces esposa, me puse a leerlo. Lo terminé en una hora. Un libro genial. Me recordó mi juventud leyendo a Marx y también me recordó la razón por la qué no me gustó. La primera parte de ese libro de niños, fue la mejor crítica a la economía de mercado capitalista que he leído en mi vida. En verdad fue una lección. La segunda parte, la socialista/comunista, en verdad me durmió, me aburrió y me recordó por qué no me gusta Marx. Prefiero la Socialdemocracia.

Para terminar, Ortega y Gasset no estaba equivocado. El “Barbaro Especializado” existe.

Mi mayor sorpresa es que el libro sobre el comunismo para niños, no era para mis hijas. Lo compró mi exesposa para ella misma. Hoy, 3 años después, aun no lo ha leído.

Mientras tanto, yo sigo siendo un sucio Marxista.

German Hitz

Economista ITAM, MBA LBS

@Herman_a_German

germanhitz@yahoo.com

El Nacionalismo Inglés y su hijo bastardo

El Nacionalismo Inglés y su hijo bastardo

Este tema es bien difícil. Muy pocas personas se han aventurado en ello. Puedo citar a Fintan O'Toole como uno de ellos. Pero a mí, como ciudadano de a pie, me sigue causando cuestionamientos. Es más, quisiera poder escribir algo que mi hija de 10 años pueda comprender sin tener que hacer más preguntas. 

Recuerdo, hace unos 20 años, cuando por primera vez fui a vivir al Reino Unido. Entonces, era muy mal visto que la gente pusiera banderas Inglesas en sus casas, sí me refiero a la Cruz de San Jorge. Hace 10 años, seguía sin ser bien visto. Estaba bien mostrar apoyo nacional a Inglaterra cuando la selección jugaba sus partidos, y los medios de comunicación ensalzaban a su equipo rememorando 1966. Todos somos Británicos. Ese era el mensaje. ¿Qué quiere decir eso? Regresaremos a esto más adelante. 

Pero, de alguna forma todo cambió. El cambio fue lento, pero muy rápido. No sé si haga sentido. Hoy, es común ver la Cruz de San Jorge en muchas casas. Vino el referéndum Escocés de 2014, y a los Ingleses, si bien no les encantaba la idea, no se oponían. Después, muy pronto surgió el concepto EVEL (English Votes for English Laws). Conforme el referéndum de Escocia evolucionó, EVEL se convirtió en un argumento muy fuerte. 

Para ir al grano, Escocia, Gales, e Irlanda del Norte, hoy tienen parlamentos propios, no así Inglaterra. Inglaterra, y en cierta medida Gales, dependen para su legislación del Parlamento de Westminster. Ahí los parlamentarios de las otras naciones pueden votar sobre legislación específica para Inglaterra, pero por lo general no lo hacen, por voluntad propia. Esto es un problema en potencia. El Reino Unido, no está tan unido. 

Al final del siglo 17, los escoceses se aventuraron a la expedición del Darién. Fracasaron. Se dice que ese es uno de los orígenes más fuertes del nacimiento del Reino Unido. Sea lo que sea, el surgimiento de los estados-nación se vio suprimido en Inglaterra, y por ende su nacionalismo. España y Francia siguieron adelante desarrollando su estado nación. Alemania e Italia tuvieron el suyo más tarde, mucho más tarde, y ya sabemos qué sucedió. Costaron 2 guerras. 

Tengo poco espacio, así que iré al grano. Parece que los Ingleses no comprendieron nada. Los Irlandeses desarrollaron su nacionalismo hace 2 siglos. Lo consiguieron hace 100. Los Escoceses, llevan 100 años, y lo siguen consolidando. Posiblemente sean independientes pronto. Pero, los Ingleses? Existe un concepto, “English Exceptionalism”. Es difícil lidiar con él. Es más fácil hablar del “Destino Manifesto”. Quizá es hablar de lo mismo. 

Hoy, lo que vemos, es exactamente eso, el “Destino Manifesto” aplicado en su máxima. 

Dijimos que no hablaríamos de la cruz de San Jorge. Little England, eso es lo que significa. “English Exceptionalism”. Destino Manifesto. Para quién le sepa, esto es un banquete. El famoso “have your cake and eat it” lo define todo.

En fin, parece que el resultado es un hijo malquerido, relativamente bastardo, y se llama Brexit.

German Hitz

Economista ITAM, MBA LBS

@Herman_a_German

germanhitz@yahoo.com

P.S. La Unión Europea debería tomar nota. Después de 300 años, el Reino Unido se puede desintegrar. “Food for thought”