16.12.2019
Brexit (I): ¿Y ahora
qué sigue apá?
Esta va a ser una serie de varios
artículos. Al momento no sé cuántos, pero algo me dice que serán muchos, más de
los que me imagino. Creo que voy a terminar escribiendo de esto los próximos 10
años. Es más, en una de estas hasta un libro sale del tema. En verdad que es un
tema multifacético. Es fácil meterse al detalle, y luego imposible salirse. Así
que haré mi mejor esfuerzo por no perderme en el detalle y tratar de ir al
grano cuando pueda. Pero creo que en esta primera entrega y seguramente en la
segunda y tercera mejor me enfoco en explicar algunos conceptos y antecedentes
que son dignos de mencionar y que el lector Mexicano no necesariamente va a
conocer por causas obvias. Si me llego a ir de más en el detalle, me disculpo
de antemano. En un espacio tan corto, en ocasiones es difícil.
La semana pasada, Boris Johnson ganó
una mayoría abrumadora. Lo interesante del asunto en realidad no es nada más
como apabulló a Corbyn, sino como esa mayoría anuló a los zelotes del Partido
Conservador. El ERG (European Research Group) (curioso título, son anti
Europeos y no investigan nada, pero bueno) es un partido dentro del Partido
Conservador y representan unos 30 votos en total. Son la ultraderecha. Ellos
buscan un rompimiento total y absoluto con UE. Con ellos no se puede hablar.
Son dogmáticos y no entienden de razones. Detrás de ellos está uno de los
únicos 5 ó 6 economistas Británicos que creen que Brexit es una buena idea. Eso
lo dice todo. El 99% de los economistas se oponen, pero “go wonder” la
ideología y el dogmatismo en ocasiones le ganan al análisis racional y
objetivo. Este grupo, ERG, son los responsables de haber bloqueado a Theresa
May cuando era Primer Ministro y orillarla a la derecha.
Tener una mayoría de alrededor de 80
votos le da a Johnson un margen de maniobra enorme. Puede hacer lo que quiera.
Si se quiere inclinar al centro, no necesita al ERG, si por otro lado quiere
irse a la derecha, no necesita a los Tories centristas. Es decir, puede
contener con relativa facilidad una rebelión interna. Pero como Johnson es una
veleta, es imposible saber hacia donde va. Que quede claro, el único interés de
Boris Johnson es Boris Johnson.
La democracia Británica llega a ser
bien curiosa. Cuando un gobierno tiene una mayoría tan fuerte, los mismos
analistas políticos Británicos llegan a decir que terminan con un gobierno
despótico, tiránico y antidemocrático, pero los votantes siguen votando por
ellos. Yo ya no sé ni qué decir. Y conste que no he mencionado 2 temas
verdaderamente espinosos: “Royal Prerrogative” y “Henry VII Powers”, esos me
van a dar de qué hablar por siglos. La verdad que los analistas no se alejan de
la realidad. Existe el miedo a que Johnson saque su lado autoritario de
ultraderecha. En particular cuando ahora existe la regla de “Parlamentos Fijos”
(Fixed Term Parliaments), y que gracias a la coalición Tory-LD se implementó
para proteger esa alianza: ahora los parlamentos duran 5 años y llamar
elecciones anticipadas es complicado. En corto, tenemos 5 años de Boris
Johnson. Es triste, pero es la realidad. Eso es otro tema.
Hoy Johnson salió a decir que buscará
en ley, que el Parlamento no pueda prohibir al Gobierno el no buscar una
extensión a la transición del “Acuerdo de Divorcio” con la UE. Esto es una
revelación importante. Revela sus incentivos y aún mejor, sus motivos. Para
ponerlo en términos llanos, está buscando sacar a UK de la esfera regulatoria
Europea y mandarlos al marco regulatorio de la OMC (WTO). Este es el peor
escenario posible. Recordemos la analogía del sube y baja de hace 2
entregas. El Gobierno Británico va a aprender de una forma muy cruda lo que
implica el peso del marco regulatorio Europeo. Los va a devastar. Increíble que
aún no lo quieran comprender. Supongo que es la consecuencia de que los think
tanks de 55 Tufton Street y anexos los hayan infiltrado.
Por su parte, la UE está buscando una
extensión a la transición (es posible por hasta 2 años). La UE, de quién no
hemos hablado mucho, va a buscar que la negociación futura con UK esté
secuenciada. Asimismo, está condicionando los temas de los que se puede
negociar en un año. No solamente eso, va a presionar por el alineamiento
regulatorio de UK. De eso hablamos a la próxima.
Por el momento, solamente me queda
concentrarme en que Johnson va a presentar al Parlamento su ley de “Acuerdo de
Divorcio” el Viernes. No conocemos el contenido, así que imposible comentar.
Sin duda va a tener “Henry VIII Powers” y eso sí que preocupa. La propuesta de
Theresa May de hace casi un año, lo contenía. Estos poderes de Enrique VIII
esencialmente quiere decir que cualquier ministro del gobierno de Johnson puede
modificar legislación sin buscar escrutinio parlamentario: es decir, gobernar
prácticamente por decreto. WHAT?
¿Y la democracia representativa apá?
German Hitz
Economista ITAM, MBA LBS
@Herman_a_German
16.12.2019